Artículo publicado en la revista Business el 05/02/2021
Tareas // Tres aspectos a considerar en un contexto de alta incertidumbre: analizar la situación, promover nuevas habilidades y desarrollar un liderazgo horizontal.
El contexto en el que vivimos exige cambios, tanto en la sociedad como en las empresas. En ese sentido, la estrategia resulta clave tanto para la supervivencia como para revivir y hacer próspero cada negocio. Para ello es importante que el potencial de adaptación al cambio siempre esté presente, teniendo como eje la innovación y las características que hoy requiere el liderazgo.
Si bien el departamento de recursos humanos es protagonista en el diseño, la implementación y el liderazgo de estrategias para lanzar una versión mejorada de las empresas, no está –o no debería estar– solo en esta lucha. Es vital generar alianzas con el resto de los departamentos clave, como pueden ser finanzas, operaciones y transformación digital.
Nuria Crespo, chief happiness officer & innovation culture en FutureLab, comenta tres aspectos que se deben considerar en el nuevo rol del líder en un contexto de alta incertidumbre.
ANALIZAR LA SITUACIÓN
Es importante conocer cómo se encuentra nuestra cultura organizacional para hacer frente a los cambios que exige el mercado. Para ello será clave analizar, adicionalmente a la cultura, el alineamiento estratégico dentro de la empresa, los sistemas de gestión de innovación, el mindset digital y la gobernanza digital. A través de un buen diagnóstico de la cultura de innovación o del ADN digital podremos identificar no solo la punta del iceberg (que es lo que conocemos de nuestra empresa sin hacer mayor análisis), sino el iceberg completo.
PROMOVER NUEVAS HABILIDADES
En entornos VUCA (por sus siglas en inglés: Volatilidad, Incertidumbre, Complejidad y Ambigüedad), es necesario contar con gente no solo con un gran historial académico, sino también con la capacidad de aprender, reinventarse y adaptarse al entorno. Para seguir potenciando las habilidades de nuestros colaboradores, el liderazgo compartido es clave, ya que permite empoderar a los trabajadores y obtener no solo su mayor potencial, sino también los talentos que requerimos en la actualidad.
LIDEREAZGO HORIZONTAL
Ya no se debe pensar solo en la pequeña tarea que realizamos dentro de una organización. Todos trabajamos por un bien mayor, un propósito que repercute en un bien superior para nuestros clientes. Adquirir nuevas habilidades o reinventar las actuales, así como rediseñar los puestos, es esencial para hacer frente a la actual coyuntura.
Es una gran manera de adaptarse. Esta reinvención parte de un tipo de liderazgo horizontal y colaborativo. Este cambio no es fácil; pero poco a poco, con una buena comunicación, confianza y cada vez más autonomía se puede conseguir el desarrollo personal y profesional, generando trabajo desafiante, retador y de superación. Estas condiciones están generando mayor sentido de pertenencia, compromiso, bienestar y retención de talento valioso para la empresa.
Para este nuevo desarrollo profesional no es necesaria una gestión diferente a la actual, ni tampoco la presencialidad. Ejercer un control excesivo puede ser tremendamente perjudicial.
APRENDIZAJE CONTINUO
El conocimiento y la solución no la tienen solamente los líderes; cualquiera en la organización puede sumar esfuerzos para lograr resultados. No podemos contratar a los mejores y después decirles cómo queremos que hagan las cosas. Los líderes deben marcar “qué debemos conseguir”, y los equipos deben decidir “cómo conseguirlo”. Esta modalidad garantiza el desarrollo y el aprendizaje continuo, lo que facilita la toma de decisiones.