Artículo publicado en Info Capital Humano el 01/03/21
Dentro de poco se cumplirá un año del inicio del confinamiento en Perú, debido a la crisis sanitaria generada por la Covid-19, situación que generó diversos cambios en la sociedad, pero también en las empresas, como la adopción del trabajo remoto como nueva modalidad para aquellas que aún no la implementaban. Esto ha conllevado a que los colaboradores experimenten distintos tipos de sentimientos.
De acuerdo al reciente estudio “Trabajo Remoto y Emociones durante la pandemia en Perú”, elaborado por Brinca, en colaboración con FutureLab y Krino, el 49 % de participantes expresó haber experimentado sentimientos positivos durante el trabajo remoto, el 27 % sentimientos neutros y el 24 % sentimientos negativos. “En términos globales, las emociones positivas se muestran con mayor frecuencia respecto de las negativas; sin embargo, es importante analizar a detalle ciertos indicadores que pueden influir en los resultados como la edad, el género, entre otros”, indica Jorge Juárez Li, director del Centro de Investigación de FutureLab.
Emociones positivas
Según datos del informe, se evidencia un predominio del sentimiento de confianza (45 %), seguido por la anticipación (41 %), la alegría (40 %) y la sorpresa (24 %). Esto es indicativo de la adaptación que se está haciendo en este nuevo estilo de vida dentro de la casa.
Cabe destacar que el top 3 de industrias con mayor presencia de alegría en sus respuestas fue farmacéutica (67 %), informática y software (67 %) y telecomunicaciones (62 %). Asimismo, farmacéutica fue la que registró mayores niveles de sorpresa, esto concordante con el contexto de crisis sanitaria, pues los esfuerzos de los trabajadores de esta industria han debido dirigirse en atender las necesidades médicas y farmacológicas de la pandemia. Le siguen las organizaciones no gubernamentales, con un 38 % y la administración pública con 33 %.
Emociones negativas
A pesar de que hay sectores y colaboradores que presentaron gran confianza en las oportunidades que esta crisis representa para su sector, aún hay industrias en que por la naturaleza de sus negocios, se vieron amenazadas por la crisis socio-sanitaria. De igual manera, hay colaboradores que por las características de las industrias no pueden trabajar remotamente, generando emociones negativas e incertidumbre respecto al futuro laboral.
El 41 % de encuestados indicó que ha sentido sentimientos de tristeza durante el trabajo remoto, mientras que el 27 % expresa haber experimentado miedo, seguido de la ira (15 %) y la aversión (12 %).
Los sectores cuyo trabajo remoto resulta complicado de ejecutar presentaron un porcentaje de tristeza superior al 55%, siendo las industrias que más tristeza mostraron: telecomunicaciones y minería (71 %), continuando con información y comunicaciones (56 %). De manera similar, dentro de la escala emocional del miedo está en primera posición el área de telecomunicaciones con un 43 %, seguido de transporte y almacenamiento con un 43 % y retail (37 %).
Según el género
Estos se adaptaron al indicador NPS (Net Promoter Score), el cual mide la lealtad y la satisfacción del cliente, para su aplicación a las emociones. Los resultados por sexo indicaron que los hombres tienen un mayor porcentaje de emociones positivas y negativas respecto a las mujeres, siendo el NPS de las féminas (23 %) un 9 % más bajo que el de los hombres (32 %).
¿Por qué es relevante este dato? Considerando los resultados, las mujeres están viéndose más afectadas emocionalmente que los hombres al momento de teletrabajar, debido a la doble jornada que realizan: cumplir horas de trabajo remunerado, así como también con las horas que requiere el trabajo doméstico y cuidados del hogar.
Según la edad
Las personas mayores han experimentado más emociones positivas que los jóvenes al enfrentar el trabajo remoto, sobre todo aquellas que pasan los 61 años (40 %). Por otro lado, considerando una media de 25 %, los millennials manifiestan menor adaptación emocional a esta modalidad, encontrándose por debajo de la media global.
Finalmente, estudios como el de “Trabajo Remoto y Emociones durante la pandemia en Perú” resulta vitales para que los decisores de las organizaciones puedan plantear políticas que permitan al colaborador tener una mejor experiencia laboral y armonizar el ámbito laboral y familiar.