(Articulo publicado en Gestión.pe 30/12/2020)
Las cajas financieras y los sectores industrial y agroexportador tienen las mayores oportunidades y necesidad para reinventarse.
Para innovar es vital que la empresas descubran nuevas necesidades entre lo que demanda el consumidor y sus formas de pensar, sentir y actuar.
La innovación constante es clave en escenarios inciertos como el actual. Para ello es vital descubrir nuevas necesidades entre lo que demanda el consumidor y sus formas de pensar, sentir y actuar. Las organizaciones deben ver al consumidor como ciudadano, conocer sus motivaciones y entender que están más comprometidos con la ética y el desarrollo sostenible.
“El siguiente paso es generar ecosistemas de innovación que estén articulados por hubs intersectoriales, sistemas que buscan sumar distintas propuestas de valor y atacar varias necesidades a la vez, permitiendo dar soluciones integrales a problemas complejos”, indica Alfredo Pérsico, cofounder y CEO en FutureLab.
La configuración de laboratorio, centros de innovación u oficinas de innovación ha tenido un gran impacto en los lideres que están trabajando remotamente como, por ejemplo, en el sector de banca. Sin embargo, hay un sector que tiene que innovar justo en este momento: las cajas y financieras, pues tienen la posibilidad de atender segmentos que la banca grande no atiende, como es el caso de los pequeños empresarios.
“Los centros de innovación tienen el desafío de generar portafolios de proyectos que permitan avanzar por horizontes de innovación, sobre todo industrias como banca, seguros, telecomunicaciones y retail, que hoy participan activamente del modelamiento del futuro”, apunta el ejecutivo.
Además, las empresas del sector deben moverse a industrias 4.0 e implementar sistemas de gestión de la innovación bajo los estándares de la ISO 56000. ¿Por qué ahora? Porque se busca que el crecimiento sea sostenible; y sin innovación y ética ello no es posible.
La tecnología asociada a la industria 4.0 permitirá crear mejores condiciones para los trabajadores y para la sociedad, ya que minimiza el impacto de la huella de carbono y la huella ambiental.
También es clave que la agroindustria se comience a tecnificar. Para ello, se deben desarrollar procesos de transformación y construcción de ecosistemas innovadores, que faciliten el desarrollo sostenible.
Las mypes y pymes son el tejido más grande del Perú, y ya están comenzando a implementar procesos de innovación que se articulan a la experiencia del cliente.
Esto es clave, pues el 80% de los consumidores que renuncia al servicio de una empresa lo hace por mala experiencia. Solo el 20% evalúa otras variantes.
“El crecimiento que una empresa puede tener en tiempos de pandemia es enorme, si atiende necesidades insatisfechas y trabaja su ‘Experiencia del cliente’”, recalca Pérsico.